Residencia. Polanco, CDMX

  • Este departamento en Polanco es un ejercicio de precisión emocional. La arquitectura interior prescinde de gestos grandilocuentes y construye una composición sutil, donde luz, proporción y vacío se articulan con naturalidad. Cada ambiente funciona como una escena cuidadosamente editada: muros revestidos, mobiliario a medida, líneas que fluyen de una estancia a otra como una voz baja. El espacio se habita con ritmo pausado, sin urgencias.

  • El relato material parte de la madera, que aparece en distintos tonos y tratamientos —desde nogal oscuro hasta miel claro— siempre con una intención envolvente y precisa. El mármol veteado en pisos y cubiertas añade una dimensión mineral y sobriedad. La iluminación escultórica traza acentos sobre planos neutros, mientras los objetos —metales cepillados, vidrio soplado, cerámicas— ocupan el espacio con exactitud. Todo está pensado para durar.